Aprovecho para colgar unos versos del amigo Vicente Llorente.
ODA A LA PODA
¡Qué cosa más asombrosa!
¡La tala es la monda!
¡La poda es curiosa!
cercena, desmocha, purga,
rebana, escinde, divide,
para que algún día
un baldío chuzo o garrocha
nacida de un erial
-otrora barbecho-
eche a volar sus puntas
como el que dice allá voy,
amarrándose a una atalaya
poblada de excrementos.
Cuando el sol oprime la despensa
en su cerrazón obsoleta
y la terca lluvia
es fatiga a expensas,
el pequeño hierbajo
-o como diría Atahualpa,
el pequeño yuyo-
despunta hacia el cielo
como poseído por el frenesí:
La orgía de estrellas le espera
cuando se convierta
en un árbol herido de vida.
En unos años cumplirá su función
de cobijo, sombra, parasol,
deceso de animales ahorcados
recipiente miccionador
o
simplemente
árbol.
Y pensar que el hombre estuvo detrás de esta gesta.
Vicente Llorente

No hay comentarios:
Publicar un comentario