¿Sabéis lo que nunca debéis hacer...?

En 2007, desde una concejalía de la vecina localidad de Sax, nos ofrecieron trabajar en las actividades que se organizaban para la noche de San Juan.
No tuvimos mucho tiempo para preparar el número. Además después de convocar a todos los miembros del grupo, al disponer tan solo de unos pocos días de antelación sólo pudimos trabajar en el proyecto cuatro componentes y el director.

El escenario era impresionante. Una de las almenas del precioso castillo de la localidad. Desde la altura se vislumbraban todos los tejados del pueblo, las luces de otros cercanos y las montañas que rodean el valle.

La noche cayó sobre nosotros y con ella el misterioso aroma de nacía del fuego de un brasero situado en el centro de la almena.
Cuatro pálidas figuras humanas permanecían inmóviles. Con la mirada perdída en otros tiempos y lugares a la espera de contar esa historia que les atormentaba.

Fueron muchos los que pudieron transportase con los relatos a otras épocas y a otras vidas oscuras que no terminan nunca de desaparecer de la memoria de los mortales gracias a las palabras.

Para todos los que visitáis nuestro espacio y no estuvísteis allí

Carasses Teatro.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Alberto, qué voz más bonita tienes, chaval. A ver si te animas y te pasas más por el pisín a grabar cositas con Damián.

Me gusta mucho, casi que me ha acojonao y todo.

Un beso

Anónimo dijo...

Alber, que soy el visitante 1000 del blog. je je

La próxima entrada "La Pícara ingenua" ¿No, gamberro?

Oyeeeee!!!!!! Por cierto,
¿Alguien sabe algo de Charo? Está más desaparecia que na

Charifliiiiii!!!!!!!!!!!!!! Ande andaras...

Anónimo dijo...

Qué chulo aquel día!. Lo mejor el chaval al que asustó Eva y lo de las campanadas repicando a muerto del Dami.
Por cierto, todavía no has vuelto a sacar el vozarrón de este cuento. ¿Lo reservas sólo para cuando quieres acojonar a alguien?